El Papa matemático

Silvestre II (de nombre Gerbert d'Aurillac) fue el  primer Papa francés.

Aunque de su pontificado destaca la evangelización de Hungría y Polonia, Silvestre II ha pasado a la historia por sus conocimientos matemáticos y, sobre todo, por haber introducido el cero de los árabes en la numeración occidental, hasta aquel momento regida por el sistema romano.

Silvestre II  
el Papa 139 de la Iglesia Católica (de 999 a 1003)

Ingresó en el monasterio de Saint-Géraud de Aurillac donde estudió gramática, retórica y lógica, las 3 disciplinas del Trivium, hasta que en el año 967 viajó a la corte del conde de Barcelona, Borrell II, permaneciendo 3 años en el monasterio de Ripoll en Cataluña. Es posible que viajara a Córdoba y Sevilla. Esta estancia en España le permitió entrar en contacto con la ciencia árabe e iniciarse en el estudio de las matemáticas y la astronomía.

En el campo de las matemáticas, inventó un ábaco con 27 compartimentos donde se depositaban 9 fichas con números en árabe; el desplazamiento de las fichas por los compartimentos permitía hacer de forma rápida sumas, restas, multiplicaciones y divisiones.

Fue un Papa ilustrado, erudito y abierto al conocimiento y a las diferentes culturas. Un hombre adelantado a su tiempo que se ha convertido en leyenda. 

La gente lo llamaba el Papa "mago" porque además de latín, hablaba árabe y, solía pasar muchas horas observando la luna y las estrellas desde la basílica de San Juan de Letrán, entonces sede pontificia.

El Papa Mago, la novela de Miguel Ruiz Montáñez, nos traslada al final del primer milenio, momento en el una serie de sucesos iniciaron en Europa grandes cambios.
Es una novela plagada de enigmas que, desde una óptica actual y, en clave de thriller, introducirá al lector en una época desconocida y apasionante.